INTRODUCCIÓN
La mujer subsahariana cobra crucial relevancia, en primer
lugar, a nivel socio-económico, ya que el porcentaje de mujeres del total de la
fuerza de trabajo en la mayoría de los países de la región supera el 40 por
ciento y alcanza en muchos el 56 por ciento. También según datos de 2011 y 2012
de Gender Equality Data Statistics, de una población total de 874,84 millones
de personas en África subsahariana, la femenina supone un 50,01 por ciento,
teniendo las mujeres “un rol central en la producción agrícola, el bienestar de
los hogares” y siendo “responsables del cultivo de un 80 por ciento de los
alimentos básicos”[1].
En los países del África subsahariana, las normas culturales
de la región han fomentado desde hace mucho tiempo la autosuficiencia económica
de las mujeres y han asignado tradicionalmente a estas una responsabilidad
importante en la producción agrícola por derecho propio, son ellas quienes, por
lo general, controlan los recursos naturales y, a menudo, mantienen y comparten
las prácticas y costumbres tradicionales. A pesar de que ellas suponen un 70
por ciento del total de las y los trabajadores de la agricultura, están en
desventaja en cuanto al acceso a la educación, los servicios de extensión, el
crédito y los derechos de propiedad de la tierra.
La
proporción de mujeres en la fuerza laboral agrícola oscila entre el 36% en Côte
d’Ivoire y el Níger y más del 60 % en Lesotho, Mozambique y Sierra Leona. En
varios países se han producido aumentos sustanciales en la proporción de
mujeres en la fuerza laboral agrícola en las últimas décadas debido a una serie
de razones, entre ellas los conflictos, el VIH/SIDA y las migraciones.[2]
LA MUJER SUBSAHARIANA
EN LA FUERZA LABORAL AGRÍCOLA
La
participación de la mujer en cada uno de los países es muy importante; pero el
propósito de este ensayo es dar a conocer el contexto de las mujeres en África
Subsahariana dado a que las condiciones culturales, sociales, políticas y
económicas son muy distintas a las que se viven en países de Europa o en
Estados Unidos, por lo tanto los derechos como las obligaciones de ellas
cambian drásticamente.
Si
bien en la mayoría de las sociedades el papel de la mujer dentro del núcleo
familiar es de vital importancia para el desarrollo de una sociedad, porque
tradicionalmente la madre es la que se encarga de la crianza y la educación de sus
hijos dentro del hogar. En el África Subsahariana esto toma aun más importancia
puesto que en gran parte de este territorio se encuentra constituido por gran
diversidad de grupos étnicos, que sus bases se acentúan sobre una sociedad patriarcal.
Sin
embargo, debido a los diversos acontecimientos como los conflictos armados, la
migración y diversas enfermedades han disminuido la participación del hombre en
el sector agrícola en las últimas décadas; las mujeres de esta región se han
visto en la necesidad de salir de sus hogares e incorporarse a la vida laboral,
pero esta no es como en los países en vías de desarrollo o desarrollados, que
ellas tienen la posibilidad de incorporase al sector público o privado, sino
que las mujeres subsaharianas se incorporan al trabajo en el sector agrícola.
El
hecho que las mujeres estén laborando en la agricultura les deja una ventaja
económica, ya que en muchos casos ellas son la única fuente de ingresos disponible
dentro de la estructura familiar, además que se ha visto una mayor
participación de movimientos de mujeres para poder tener acceso a otros
sectores laborales; pero esto último no ha tenidos grandes avances debido a que
la mayoría son analfabetas, por lo tanto no pueden ocuparse en otro tipo de
trabajos.
También
es muy importante destacar que en los lugares que ellas laboran no les
pertenece, debido que no tienen derecho a la propiedad de tierra y como es
común, los dueños de las tierras les pagan muy poco por toda la cantidad de
trabajo que tienen que desempeñar.
Las
desventajas que traen consigo la fuerza laboral de las mujeres en el campo, son
muchas, comenzando con el aumento de la discriminación y la privación del acceso
a servicios básicos, por ejemplo, solo un mínimo porcentaje de las mujeres
embarazadas reciben atención prenatal, poniendo en alto riesgo la vida de la
madre y la de su hijo.
Así
mismo tenemos que tener presentes que la vida laboral agrícola es muy difícil,
primero porque son muchas las actividades que se emprenden y muchas de las
veces no cuenta con instrumentos suficientes para poder cubrir todas las labores,
además trabajar muchas horas bajo temperaturas muy altas y sin haber ingerido
alimentos o agua, puede afectar la salud de las mujeres, ya que esta es la
situación que viven la gran mayoría de ellas.
Pero
los problemas de las mujeres no terminan, ya que muchas de ellas sufren de
enfermedades que hacen más difícil contar con todas las capacidades para poder
emprender funciones laborales altamente laboriosas, es por eso que las mujeres
que tienen VIH/SIDA es mucho más dificultoso incorporarse a este tipo trabajos
y las pocas que lo consiguen no están mucho tiempo desempeñándolo, debido a
todos los riesgos que tienen y que incluso pueden estar expuestas a perder la
vida.
CONCLUSIÓN
La
mujer del África Subsahariana, sin duda alguna tiene muchos retos que enfrentar
y no solo con la desigualdad y la discriminación, sino a la realización del
trabajo agrícola y atender a su familia, esto nos demuestra toda la importancia
que están teniendo las mujeres en esta región, ya que no solo son importantes
en la familia, en la sociedad sino que ahora también una parte muy activa de la
economía.
La
forma que han encontrado estas mujeres al contribuir en lo económico dentro de
sus hogares, demuestra la gran capacidad y fortaleza que tienen al enfrentarse
a nuevos retos, ya que las tareas que deben desarrollar no son sencillas.
Además que muchas de ellas, es tan importante su papel de madres que no les
importa la fatiga de un día demasiado atareado sumado con estar gran parte de
su jornada laboral bajo los rayos de sol, para poder atender a sus hijos.
Si
bien el trabajo que están emprendiendo estas mujeres no es nuevo, tampoco las
medidas de los gobiernos han ayudado que sus condiciones laborales cambien, ya
que ellos tienen conocimiento de las deficiencias que hay pero no realizan
ninguna acción para poder transformar tal situación. Pero no todo dejémoslo a
los gobiernos, sino también existen órganos internacionales que no han podido
tener grandes alcances para poder brindar más apoyo a este sector de la
población Subsahariana.
a
Por
último considero que sería muy importante evaluar los Objetivos del Milenio, ya
que la mayoría de las cosas que están planteadas ahí es relacionado con la
mujer y su entorno; esto debido a que están pronto a culminar. Se tiene que
determinar sí realmente se llegaron a cumplir tales metas o será necesario
tomar medidas más apropiadas para que se puedan efectuar lo que resta del 2014
y parte del 2015; y si es que aún falta mucho por resolver y deberá de tomarse
la decisión de replantearlos y a qué plazo. Todo esto con la finalidad de brindar una mejor calidad de vida a las mujeres y en especial a las que se encuentran en condiciones como las del África Subsahariana.
Por: Verónica Cruz Reyes
Relaciones Internacionales/ FES Aragón
4to. Semestre