5 feb 2014

La mujer en África Subsahariana en la fuerza laboral agrícola

INTRODUCCIÓN
La mujer subsahariana cobra crucial relevancia, en primer lugar, a nivel socio-económico, ya que el porcentaje de mujeres del total de la fuerza de trabajo en la mayoría de los países de la región supera el 40 por ciento y alcanza en muchos el 56 por ciento. También según datos de 2011 y 2012 de Gender Equality Data Statistics, de una población total de 874,84 millones de personas en África subsahariana, la femenina supone un 50,01 por ciento, teniendo las mujeres “un rol central en la producción agrícola, el bienestar de los hogares” y siendo “responsables del cultivo de un 80 por ciento de los alimentos básicos”[1].
En los países del África subsahariana, las normas culturales de la región han fomentado desde hace mucho tiempo la autosuficiencia económica de las mujeres y han asignado tradicionalmente a estas una responsabilidad importante en la producción agrícola por derecho propio, son ellas quienes, por lo general, controlan los recursos naturales y, a menudo, mantienen y comparten las prácticas y costumbres tradicionales. A pesar de que ellas suponen un 70 por ciento del total de las y los trabajadores de la agricultura, están en desventaja en cuanto al acceso a la educación, los servicios de extensión, el crédito y los derechos de propiedad de la tierra.
La proporción de mujeres en la fuerza laboral agrícola oscila entre el 36% en Côte d’Ivoire y el Níger y más del 60 % en Lesotho, Mozambique y Sierra Leona. En varios países se han producido aumentos sustanciales en la proporción de mujeres en la fuerza laboral agrícola en las últimas décadas debido a una serie de razones, entre ellas los conflictos, el VIH/SIDA y las migraciones.[2]
  
LA MUJER SUBSAHARIANA EN LA FUERZA LABORAL AGRÍCOLA
La participación de la mujer en cada uno de los países es muy importante; pero el propósito de este ensayo es dar a conocer el contexto de las mujeres en África Subsahariana dado a que las condiciones culturales, sociales, políticas y económicas son muy distintas a las que se viven en países de Europa o en Estados Unidos, por lo tanto los derechos como las obligaciones de ellas cambian drásticamente.
Si bien en la mayoría de las sociedades el papel de la mujer dentro del núcleo familiar es de vital importancia para el desarrollo de una sociedad, porque tradicionalmente la madre es la que se encarga de la crianza y la educación de sus hijos dentro del hogar. En el África Subsahariana esto toma aun más importancia puesto que en gran parte de este territorio se encuentra constituido por gran diversidad de grupos étnicos, que sus bases se acentúan sobre una sociedad patriarcal.
Sin embargo, debido a los diversos acontecimientos como los conflictos armados, la migración y diversas enfermedades han disminuido la participación del hombre en el sector agrícola en las últimas décadas; las mujeres de esta región se han visto en la necesidad de salir de sus hogares e incorporarse a la vida laboral, pero esta no es como en los países en vías de desarrollo o desarrollados, que ellas tienen la posibilidad de incorporase al sector público o privado, sino que las mujeres subsaharianas se incorporan al trabajo en el sector agrícola.
El hecho que las mujeres estén laborando en la agricultura les deja una ventaja económica, ya que en muchos casos ellas son la única fuente de ingresos disponible dentro de la estructura familiar, además que se ha visto una mayor participación de movimientos de mujeres para poder tener acceso a otros sectores laborales; pero esto último no ha tenidos grandes avances debido a que la mayoría son analfabetas, por lo tanto no pueden ocuparse en otro tipo de trabajos.
También es muy importante destacar que en los lugares que ellas laboran no les pertenece, debido que no tienen derecho a la propiedad de tierra y como es común, los dueños de las tierras les pagan muy poco por toda la cantidad de trabajo que tienen que desempeñar.
Las desventajas que traen consigo la fuerza laboral de las mujeres en el campo, son muchas, comenzando con el aumento de la discriminación y la privación del acceso a servicios básicos, por ejemplo, solo un mínimo porcentaje de las mujeres embarazadas reciben atención prenatal, poniendo en alto riesgo la vida de la madre y la de su hijo.
Así mismo tenemos que tener presentes que la vida laboral agrícola es muy difícil, primero porque son muchas las actividades que se emprenden y muchas de las veces no cuenta con instrumentos suficientes para poder cubrir todas las labores, además trabajar muchas horas bajo temperaturas muy altas y sin haber ingerido alimentos o agua, puede afectar la salud de las mujeres, ya que esta es la situación que viven la gran mayoría de ellas.
Pero los problemas de las mujeres no terminan, ya que muchas de ellas sufren de enfermedades que hacen más difícil contar con todas las capacidades para poder emprender funciones laborales altamente laboriosas, es por eso que las mujeres que tienen VIH/SIDA es mucho más dificultoso incorporarse a este tipo trabajos y las pocas que lo consiguen no están mucho tiempo desempeñándolo, debido a todos los riesgos que tienen y que incluso pueden estar expuestas a perder la vida.
  
CONCLUSIÓN
La mujer del África Subsahariana, sin duda alguna tiene muchos retos que enfrentar y no solo con la desigualdad y la discriminación, sino a la realización del trabajo agrícola y atender a su familia, esto nos demuestra toda la importancia que están teniendo las mujeres en esta región, ya que no solo son importantes en la familia, en la sociedad sino que ahora también una parte muy activa de la economía.
La forma que han encontrado estas mujeres al contribuir en lo económico dentro de sus hogares, demuestra la gran capacidad y fortaleza que tienen al enfrentarse a nuevos retos, ya que las tareas que deben desarrollar no son sencillas. Además que muchas de ellas, es tan importante su papel de madres que no les importa la fatiga de un día demasiado atareado sumado con estar gran parte de su jornada laboral bajo los rayos de sol, para poder atender a sus hijos.
Si bien el trabajo que están emprendiendo estas mujeres no es nuevo, tampoco las medidas de los gobiernos han ayudado que sus condiciones laborales cambien, ya que ellos tienen conocimiento de las deficiencias que hay pero no realizan ninguna acción para poder transformar tal situación. Pero no todo dejémoslo a los gobiernos, sino también existen órganos internacionales que no han podido tener grandes alcances para poder brindar más apoyo a este sector de la población Subsahariana.
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Por último considero que sería muy importante evaluar los Objetivos del Milenio, ya que la mayoría de las cosas que están planteadas ahí es relacionado con la mujer y su entorno; esto debido a que están pronto a culminar. Se tiene que determinar sí realmente se llegaron a cumplir tales metas o será necesario tomar medidas más apropiadas para que se puedan efectuar lo que resta del 2014 y parte del 2015; y si es que aún falta mucho por resolver y deberá de tomarse la decisión de replantearlos y a qué plazo. Todo esto con la finalidad de brindar una mejor calidad de vida a las mujeres y en especial a las que se encuentran en condiciones como las del África Subsahariana.


Por: Verónica Cruz Reyes
Relaciones Internacionales/ FES Aragón
4to. Semestre