Introducción
El Gran Chaco es una súper región (hablando en términos geográficos) con una clara unidad política, dicha zona abarca más de 1.000.000 de km de superficie en el centro de Sudamérica y de la Cuenca de Plata;[1] esta masa territorial es la mayor superficie de bosque seco que existe en el mundo y es el segundo ecosistema más grande de América del Sur después del Amazonas.
La zona de El Gran Chaco es un complejo ambiental y cultural, esta eco-región incluye una multiplicidad de climas que dan lugar al ecosistema de la región, el cual incluye desde esteros y bañados pastizales y sabanas –secas e inundables–, hasta salitrales, serranías, ríos de llanura y de montaña, con una gran extensión y variedad de bosques nativos; la gran variedad de ambientes se traduce en una lata diversidad biológica y cultural. En esta región, se encuentran más de 3.400 especies de plantas, unas 500 especies de aves, 150 de mamíferos, 120 de reptiles y más de 100 de anfibios.
Esta multidiversidad de la región la provee de una condición de indivisibilidad, importante a considerar para entender la complejidad de la región; existen fronteras (aunque no se tiene un buen cuidado de la delimitación), pero estas fronteras no separan la unidad ecológica que representa la región.
Las zonas fronterizas están organizadas de la siguiente manera:
1 . Argentina, 53% del área total del Gran Chaco y 22% de la superficie del país.
2 . Paraguay 25% del área total del Gran Chaco y 60% de la superficie del país.
3 . Bolivia 14% del área total del Gran Chaco y 13% de la superficie del país.
4 . Brasil 0.77% del Área total del Gran Chaco y 0.5% del área total del Estado.
Desde 1996, Argentina, Bolivia y Paraguay han firmado varios acuerdos acerca del Gran Chaco, incluyendo una Declaración entre los Puntos Focales Nacionales, la Convención de Desertificación (UNCCD) y el mecanismo global, estableciendo así el marco para la cooperación regional para el desarrollo sostenible del Gran Chaco.
La importancia de los Recursos Naturales en la Geopolítica
Como se ha establecido antes, la importancia de El Gran Chaco se lleva de la mano de dos aspectos:
1 . La importancia de tener una expansión territorial hacia una súper masa como lo es esta región, esta importancia se da en los Estados de forma indirecta con la Cooperación Transfronteriza.
2 . La importancia de los recursos naturales con los que cuenta la zona para la proyección regional e internacional de los Estados.
En este ensayo analizaremos el segundo punto, tomando como referencia que la extracción de recursos de la zona es fuente de disputas que si bien no se ven en el presente, lo serán en el futuro.
1. El agua: Factor de unificación territorial y de disputa.
Los principales ríos que se encuentran en esta zona son Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo, Dulce y Salado; dichos ríos representan un continuo flujo entre los tres Estados que comparten fronteras de la región.
Esta zona por tanto presenta grandes amplitudes térmicas, un potencial hídrico heterogéneo y, en general, suelos con buenos niveles de fertilidad[2]. Para la región, el agua es un factor crucial. La biodiversidad depende en gran medida de las aguas del sistema fluvial que atraviesa su territorio; el cual, después de fluir desde las serranías andinas, se desplaza por la llanura de El Gran Chaco con tramos de cauces visibles y da lugar temporal a permanente a bañados, pantanales y otros humedales.
La horizontalidad del relieve hace que en esta región los ríos suelan ser impredecibles, cambiando de cauce en algunos periodos o en forma definitiva.
Las áreas húmedas y bosques constituyen refugios de una extraordinaria diversidad de especies, siendo además el marco de una increíble belleza escénica y fuente de recursos vitales para comunidades indígenas y tradicionales también muy diversas.
Los humedales chaqueños son además esenciales para la provisión de agua dulce para uso humano, para riego y para el uso industrial. También son criaderos naturales de una gran diversidad de especies de peces, otra de las claves para la seguridad alimentaria en la región.
2. Recursos de sobre explotación
Los bosques son fuente de materias primas para los habitantes del Chaco. Madera, leña, carbón, frutos comestibles, paja, fibras y productos medicinales, son algunos de los recursos utilizados. El ganado encuentra abrigo y alimento en el monte, mientras las zonas húmedas proveen forrajes naturales sobre todo en las épocas de intensas sequías. Los bosques y humedades chaqueños amortiguan el impacto de las inundaciones y retienen una humedad vital en los años secos.
Sin embargo, hace más de un siglo, el Gran Chaco se ha sometido a la degradación y pérdida sostenida de su patrimonio natural, pues el uso extractivo y no planificado de sus recursos naturales es la principal causa. A las actividades tradicionales de ganadería extensiva y extracción forestal, se suman en los últimos años el avance no planificado de la agricultura a gran escala, la explotación de hidrocarburos, las grandes obras de infraestructura, entre otros.
Una serie de amenazas que afectan la estabilidad del ecosistema, con sus funciones, causas y barreras, han sido identificadas por los tres países. Estas amenazas son las siguientes: deforestación del bosque nativo, dependencia de la producción de ganado y explotación forestal, sobrepastoreo, fuegos forestales y praderas, manejo insostenible de recursos hídricos, pérdida de biodiversidad y cambio climático.
3. Diversidad Cultural
El Gran Chaco se destaca en el contexto sudamericano y mundial por su excepcional diversidad biológica y cultural. Desde hace unos 3.000 a 4.000 años, los antecesores de los pueblos originarios fueron ocupando paulatinamente los diferentes ambientes mientras desarrollaban culturas estrechamente asociadas a las riquezas naturales y a la dinámica ecológica, construyendo una relación ambiental equilibrada.
Actualmente, los pueblos originarios son los más afectados por la degradación de la naturaleza y la omisión de sus derechos, incluido el de acceso a los bienes ambientales, explícita o encubierta en las leyes.
Quienes conocen la región coinciden en la urgencia de conservar la biodiversidad del Gran Chaco y el potencial de sus riquezas para la humanidad, lo cual requiere mantener los orígenes de su identidad cultural y facilitar la coexistencia, el equilibrio y el respeto entre los diferentes estilos productivos y de vida, siempre apuntando a un horizonte de sustentabilidad y equidad.
Además de la consideración de esta gran diversidad cultural como factor que no permite la unificación fronteriza con sus Estados, sino que por el contrario, hace que esta región permanezca aislada, el Estado que menos procure a los habitantes de estas zonas es el que terminara perdiendo de forma casi invisible su soberanía en esta región.
Conclusión
El valor geopolítico de la región recae muchas veces únicamente en la conexión de las áreas naturales y la riqueza biológica de gran explotación que tiene, pero muy pocas veces a la gran diversidad cultural de la región.
El hecho de sobreestimar el valor hídrico de la región, por muchos años, llevó a una degradación del ambiente y una marginación de los habitantes de la zona que a pesar de los numerosos sistemas y programas implementados para su erradicación, el descontento sumado al nulo sentimiento de nacionalismo en esta región provocará problemas de legislación en la zona.
De acuerdo con un estudio del Centro Studi di Politica Internazionale, la noción de límite adopta la configuración espacial de una línea que sintetiza diversas funciones administrativas como la legal, la fiscal y el control. Este control es inexistente en los habitantes de la región que tiene una mayor interacción con el cuidado de los recursos naturales de la zona.
Es bajo esta premisa que la buena explotación de la zona, que no lleve a más disputas territoriales en el futuro, se tiene que llevar a cabo bajo el influjo de una buena cooperación transfronteriza facilitando el fortalecimiento institucional local y regional, así como la colaboración y cooperación que estimule nuevos mecanismos de gobernanza especiales a las características de la zona.
La activación de esta red de cooperación requiere el reconocimiento de la interdependencia fronteriza, que los territorios comprendidos participen en un proceso de conectividad física regulada y un acuerdo político más allá de la simple explotación y mantenimiento de la región.
El Gran Chaco, es esa gran zona explotada y olvidada, lamentablemente esta es una constante en América Latina que llevara a la desentendencia completa de otros continentes si no se regula con prontitud.
Por: Erendida Montserrat Granados Rivera
Relaciones Internacionales/ FES Aragón
6to. Semestre
[1] Historia del Gran Chaco http://www.oas.org/dsd/WaterResources/projects/Chaco_esp.asp, 29/Septiembre/20013
[2] Dejando constancia de una importante presencia de salitrales y suelos salinos.