Introducción
África es un continente en donde alberga una gran
cantidad grupos étnicos y por lo tanto una gran diversidad de costumbres y
tradiciones que reflejan su identidad y parte de ello es la religión, que a lo
largo de la historia del hombre, ha tenido un papel muy importante en su
desenvolvimiento en sociedad; pero esta importancia de la religión significa
más que solo creencias y rituales, porque para algunos de ellos significa una
forma de vida.
Durante mucho tiempo en el continente africano existían
grupos tribales, pero todo cambio a partir de su colonización, con un proceso
de implantación del Islam en el siglo VII d.C., y esta importancia se debe que
a partir de entonces comienza un cambio de vida en la sociedad africana en
cuanto a cambiar sus costumbres y tradiciones, para adoptar o asemejar las
nuevas relacionadas con la nueva religión.
El Islam tiene su origen en la Península Arábica y su
fundador es el Profeta Mahoma a partir del año 610 d.C. porque a partir de ese
año comenzó a escribir una serie de revelaciones, que con el tiempo se
convertirían en la sagrada escritura del Islam o mejor conocido como el Qur´an (Corán) y está compuesto por
varias “suras” o versos que alienta a
los musulmanes. En su conjunto el Islam es una religión misionera y los
seguidores de esta deben propagar su fe a los otros.
El Islam se propagó mientras los árabes incrementaban su
comercio con otras naciones, y luchaban por conquistar nuevos territorios,
llevaban con ellos su religión, y la transmitían a quien quiera que entrara en
contacto con ellos. Usualmente los árabes no obligaron a otros pueblos a
convertirse en musulmanes. Sin embargo, lo que sí hicieron fue otorgar
privilegios a aquellos que practicaban la religión islámica. Pero eso sucedió
antes que muriera el Profeta; porque después sus seguidores se dividieron y formaron
Califatos.[1]
El califato más importante del que podemos hablar es del
Omeya de Córdoba que permaneció de 929 a 1258. Muawiya
fue el que sustento el poder, pero no fue elegido califa, pero conquistó su
titulo por la fuerza y se mantuvo porque evitó luchas de poder y sobre todo
tuvo elementos administrativos como la primer moneda del imperio, el sistema de
transporte y el sistema de correo; pero además comenzó la urbanización en
Damasco, proponiéndose a unificar un reino.
El islam en el norte
de África
El Islam llegó a África a través del comercio y sobre
todo por la conquista, esta última se realizó durante la dinastía Omeya el cual
intento canalizar la energía de sus súbditos y del Ejército en nuevas
conquistas. El norte de África se convirtió en una de las principales áreas de
expansión islámica, debido a que en ese territorio había menos población y los
árabes aprovecharon para ocupar las zonas rurales del interior.
La influencia del Islam en África, no solo es en las
prácticas religiosas, sino también en la cultura, principalmente en la música y
la pintura, esto por la gran relación con los árabes porque fueron parte
integrante de la difusión del islamismo; pero la mayor influencia se encuentra
en las políticas de los gobiernos.
El norte de África se distingue por haber sido la región
del continente en la que el Islam tuvo mayor influencia. Dicha región incluye a
Egipto y a los países que conforman el Maghreb (Libia, Túnez, Argelia y
Marruecos); esto debido principalmente por la cercanía con Oriente Medio –lugar
en donde comienza el Islam ̶ . El primer país que los árabes invadieron y
conquistaron en 640 d.C. fue Egipto, pero no fue algo fácil porque en ese
entonces se encontraba gobernando el Imperio Bizantino y había muchas revueltas
sociales y principalmente religiosas, es así que los egipcios comenzaron a ver
a los árabes como una oportunidad para deslindarse de esas persecuciones.
Luego del éxito que habían conseguido en Egipto, los
árabes se lanzaron a invadir el Maghreb, el cual fue algo mucho más difícil,
porque los beréberes[2] se
resistieron violentamente a la dominación árabe; pero posteriormente algunos beréberes
que aceptaron el Islam y posteriormente se incorporaron al Ejército árabe y a
los que se asignó la misma porción del botín que a los soldados árabes, de tal
manera que se conjuntaron las fuerzas árabes y beréberes, y de esa forma
lograron conquistar varios territorios, entre los que se encuentran algunos
dentro de Portugal y España. Después de
varios años de conflicto, finalmente en el siglo X d.C., la mayor parte del Maghreb
se había convertido al Islam, a excepción de unos pocos judíos, cristianos, y
comunidades beréberes nativas.
A partir del siglo X d.C., comenzó una gran
transformación en la población del norte de África porque hicieron un gran
cambio forma de vida, al dejar sus costumbres nativas para llevar una vida como
los musulmanes, que es caracterizado como una civilización urbana, por mantener
unificado en el terreno religioso y cultural, a pesar de su fragmentación
política. Parte de la transformación fue la educación que principalmente la
aristocracia musulmana poseía grandes bibliotecas, los libros se compraban en
la calle y la biblioteca del palacio reunió unos cuatrocientos mil volúmenes. Además
que se comenzó a implantar el idioma árabe y dejaron las lenguas nativas.
Con el paso de los años se logró unificar una gran
comunidad regida por el Islam y que también se comenzó a extender por el resto
del territorio africano, de tal forma que actualmente tenemos 17 países
islámicos y por lo tanto también tiene la segunda población musulmana más
grande del mundo, relativamente inferior solamente a la del Asía del sur, pero
continúa atrayendo más creyentes; pero claro está que entre ellos se encuentran
grandes diferencias, puesto que unos están regidos por la corriente chiíta y
otros por la sunita, el cual cambian en mucho la forma de actuar y de pensar en
cuanto al Islam y a su forma de vida.
Conclusión
El Islam es una de las religiones más importantes del
mundo y se ha extendido de una forma sorprendente por muchos lugares de Europa
y de África, en donde actualmente sigue teniendo gran cantidad de seguidores y
también se convierten en sociedades muy complejas, porque a pesar la gran
transformación del mundo globalizado, estas sociedades buscan mantener de forma
intacta sus creencias, costumbres y tradiciones debido a que llevan su vida
conforme a los preceptos del Corán.
La incursión del Islam en el norte de África comienza
como un proceso de relaciones meramente comerciales y posteriormente como una forma
de dominación para conseguir más territorio, para poder competir con otros
imperios de la época y de esa forma posicionarse como una hegemonía, de tal
manera que no solo era compartir una religión o forma de vida, sino que llegó
un momento en donde fue necesario la transformación forzosa, debido a la crisis
de los diferentes grupos Islámicos.
Fueron muchas la etapas que hicieron posible que el norte
de África comenzara a profesar el Islam, pero este ultimo en la actualidad
varía mucho en los algunos países de la región, esto debido a que la forma de Islamización
fue distinta entre ellos porque en algunos existieron varios conflictos armados
y en otros fue de forma más pacífica.
En la actualidad para muchas personas e incluso naciones
se les hace muy complicado entender el pensamiento de los seguidores del Islam,
debido a que no comprenden cómo se encuentra constituida la sociedad y mucho
menos de su forma de vida, porque es muy distinta a la que llevan muchos
ciudadanos de países occidentales y de ahí que para ambas sociedades exista un
sinfín de perjuicios, que son debido principalmente a los medios de
comunicación masiva que solo reflejan las dificultades y deficiencias de cada
uno; pero realmente para poder entender la situación de estas sociedades, es
importante conocer sus orígenes y sobre todo su forma de vivir.
Verónica Cruz Reyes
4to Semestre