17 dic 2013

Trata de personas: el nuevo reto a vencer.

“La trata de personas, debe preocupar a cada individuo, porque es la degradación de nuestra humanidad común. Debe preocupar a cada comunidad porque desgarra el tejido social. Debe preocupar a cada empresa porque distorsiona mercados. Debe preocupar a cada nación porque pone en peligro la salud pública y alimenta la violencia y el crimen organizado. Estoy hablando de la injusticia, de la brutalidad de la trata de personas, a la que debe llamarse por su verdadero nombre: esclavitud moderna.”
Barack Obama

¿Existe la esclavitud, en pleno siglo XXI? Por ilógico que suene, es una realidad y se denomina Trata de Personas… pero ¿qué es la trata de personas y por qué se ha vuelto un tema sumamente preocupante para los gobiernos? Esta pregunta, nos lleva a hacer un análisis profundo, ante un reto que pareciera no tener un origen específico y que día a día se convierte en una de las redes mercantiles más grandes del mundo.

La Trata de personas, en su definición, es un término muy amplio que abarca desde la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al abuso de fuerza u otras fuerzas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o una situación de vulnerabilidad, a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona con autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esta última se refiere a prostitución, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

El creciente número de casos de esta grave violación a los Derechos Humanos, ha puesto a los países en foco rojo, haciéndolos tomar medidas para evitar así, el crecimiento de éste.
En el caso de nuestro país, ha ascendido a 800,000 el número de personas traficadas anualmente por nuestras fronteras nacionales, a pesar de que existe la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. Esta, fue creada en el 2007 y reformada en el 2012, pero desafortunadamente solo hay 33 consignaciones contra responsables de este delito, cuando cifras extraoficiales hablan de 20 mil casos en México, pasando a ser el segundo país con más ganancias con respecto a la Trata de Personas, con rutas de tráfico bien definidas, con autoridades que se corrompen permitiendo que las bandas de tratantes de personas operen en la completa impunidad, dando una nula asistencia a las víctimas de este delito.

Tal es el lamentable caso ocurrido en el 2012 en las costas de Cancún, donde se descubrió una gran red de prostitución en la cual participaban en su organización las mismas autoridades de Quintana Roo. Después de una llamada anónima, la CNDH se dedicó a investigar este suceso teniendo como resultado una perfecta organización por parte de un grupo de delincuencia organizada y las autoridades municipales de Cancún. El grupo delictivo se encargaba de la recolección de mujeres, sobre todo extranjeras: colombianas, argentinas, inglesas, etc., las cuales eran raptadas y llevadas contra su voluntad a las costas de Cancún, en donde eran explotadas sexualmente y prostituidas con grandes empresarios de la zona, los cuales pagaban cuantiosas sumas de dinero por el servicio de estas mujeres, llegando a ofrecer hasta mil dólares por hora. El trabajo ejercido por las autoridades municipales en esta red mercantil era el permitir el acceso de las mujeres transportadas, así como prevenir la captura de alguna de ellas y en caso de que alguna quedara arrestada, modificaban papeles para poder dejarlas en libertad; a cambio, se les daba un buen porcentaje de la ganancia de la explotación de dichas mujeres. Este caso fue seguido por la CNDH, la cual, por razones aún no conocidas, no culminó con la investigación y dejó impune estos despreciables actos.

La gran problemática nacional radica también en que cada estado de la República tiene una legislación diferente respecto a la Trata de Personas, por lo cual, controlar la situación y hacer prevalecer la justicia se hace más complicado por no tener un seguimiento general a estos casos.

La “Ruta de las Redes de Trata en México”, en las que ubica a 3 ciudades, como las de mayor incidencia en el país, seis de las ciudades mencionadas, se encuentran en la frontera norte: Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros; dos en el Océano Pacífico: Puerto Vallarta y Acapulco; dos en el centro: Distrito Federal y Tlaxcala; una en el Golfo de México: Veracruz; y dos en el Sureste: Tapachula y Cancún, siendo estas dos últimas, las de mayores casos registrados.

Tapachula, es uno de los lugares con mayor registro de Centroamericanas laborando en Burdeles, casas clandestinas y bares; según el último registro hecho el 2012, aproximadamente 20 mil mujeres. Así como al menos 600 menores explotados por redes internacionales dedicadas al comercio sexual. También existe la evidencia de la explotación laboral de niños y niñas que trabajan como vendedores de dulces, boleros, limpiadores de cristales de automóviles, cuidadores de coches, mandaderos, cargadores, ayudantes, entre otros. Con respecto al último punto, observamos una situación similar en la Ciudad de México, donde todos los días, observamos a cientos de niños (en su mayoría, menores de 10 años) laborando en el metro o en calles de la ciudad, siendo un panorama devastador para nuestro país.

En México, se han detectado cuatro tipos de modalidades de Trata de Personas: Explotación Sexual y Comercio Infantil (ESCI), prostitución forzada, explotación laboral y redes de mendicidad. La forma de mayor dimensión es la mendicidad; éstas, explotan sobre todo a los indígenas para pedir dinero en calles de la ciudad y la zona turística de Cancún. Pero la más compleja y que mayores ganancias deja, es la primera mencionada: Explotación Sexual y Comercio Infantil; dentro de la cual hay dos categorías no registradas: la juvenil temprana en jóvenes homosexuales, y la infantil.

Así mismo, existió una gran polémica cuando los autores de estos delitos, al momento de declarar, utilizaban el argumento del “consentimiento” como instrumento de defensa para liberarse del castigo. Por lo cual, la Comisión de los Derechos Humanos de la Cámara de diputados eliminó este término de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, evitando así, que los culpables se libren de su sanción.
Pese a muchas medidas, continuamos siendo líderes en esta problemática de magnitudes mundiales, por lo cual el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva denominó a nuestro país como “El paraíso de la Trata de Personas” el pasado 24 de septiembre en una conferencia de prensa.

 Plascencia dijo que en las zonas de playa como Acapulco, La Paz, Cancún y territorios fronterizos de México, es donde se ha detectado una mayor actividad de esas redes de explotación, por ser el sitio donde turistas nacionales y extranjeros busca esos servicios sexuales.

En México, agregó, operan redes internacionales, y puso como ejemplo una que fue desarticulada semanas atrás y que se dedicaba a la pedofilia. Esa red, añadió, también tenía presencia en Norteamérica y Europa.

Retomando la información anterior, existe un caso que en particular me parece detestable, pues ha habido registros de que en zonas hoteleras, sobre todo en las costas, se trafica con mujeres menores de 14 años para trabajar en los hoteles de “masajistas”, pero esto es solo una cortina para lo que realmente se hace con estas jóvenes, las cuales son explotadas sexualmente y obligadas a tener relaciones sexuales con los clientes del hotel. Ante denuncias hechas hacia estas cadenas hoteleras, éstas declaran que las jóvenes trabajan de “masajistas” como anteriormente se mencionaba, evadiendo así, las sanciones que merecen.
La mayoría de los problemas de México son la corrupción y el desinterés del mismo gobierno hacia intentar solucionar esta grave problemática. Un punto que marca el desinterés es que el Estado no ha ratificado el Convenio Para el Trabajo de los Menores, que multa a las personas que obliguen a los niños y jóvenes menores de 16 años a trabajar. La pregunta es, ¿qué impide al gobierno, ratificar este Convenio? ¿Será posible que el mismo gobierno encubra estos actos delictivos?

El problema no se solucionará de raíz, si no se elimina la corrupción de nuestro gobierno, porque es una pieza clave en esta serie de violaciones a los Derechos Humanos. Al igual, se tiene que trabajar más en cooperación, como “alinear” los esfuerzos internacionales al Protocolo de Palermo para el combate de esta forma de delincuencia organizada, tal como sucede con el caso del combate a las drogas; y promulgar leyes específicas y especializadas para darle dimensión a este tipo de delincuencia organizada, para lograr así, la desarticulación de estos grupos.

Hagamos conciencia y hablemos por los que no tienen voz…

“Sin clientes no hay trata, el que paga por sexo, fomenta la explotación sexual”
Anónimo

Por: Zaira Ortiz

Relaciones Internacionales-UNAM Fes Aragón
1er. Semestre